jueves, 30 de julio de 2009

Un buen momento


Vuelvo de la playa por la carretera del norte con una buena amiga. Ella conduce, yo voy de copiloto, Kira duerme atrás exhausta de correr tras mil piedras en la arena hirviendo, es curioso con qué poco puede ser feliz un perro. Suena reggae en la radio, subo el volumen, es uno de esos momentos en los que no hace falta hablar. Estamos aún fresquitas del último baño y acabamos de comer pescadito fresco. Se nota que es verano, el cielo es de un azul más intenso del habitual. Saco la mano por la ventanilla para sentir el aire colándose entre los huecos, muevo los dedos jugando a deslizarme en el viento. Si cierro un ojo puedo tocar las montañas con las yemas, pintarlas de colores. Ahora me siento libre y soy capaz de disfrutar de todo lo que me rodea en este preciso instante. Creo que cada vez me parezco más a Kira.

Chica Swing





miércoles, 29 de julio de 2009

Una canción pegadiza


Te vi un día
y no me fijé.
Te vi otro día
y hablamos.

Te vi más días
y notamos esa química
de miradas
que se buscan.

Te vi muchos días
y te quise ver muchos más.
Te hiciste estribillo
de esa canción pegadiza.
El éxito del verano
en el tocadiscos
de mi cabeza.

Una noche te vi,
el azar nos besó
en una noche de julio,
donde no acabó de sonar la canción...

Pasó un día,
pasaron tres
desapareciste en silencio
y ya no te volví a ver.

Lo malo de las canciones pegadizas
es que las puedes llegar a aborrecer.

Chica Swing



jueves, 16 de julio de 2009

Si pudiera


Si pudiera
pintar el cielo
con mis labios,
y convertir el aire en magia...

Si pudiera
envolver todo
de colores,
como hace un arco iris...

Si pudiera
viajar con el sonido
suavemente,
acariciando tu cuello, tu nuca.

Si pudiera
perderme en esa vibración,
al menos un segundo
contigo...

Si pudiera
ser ese instante,
estaría cantando
y sería feliz.

Chica Swing



martes, 14 de julio de 2009

El Viaje


Desde tres mil
metros de altitud
caigo lento,
sin poder hablar,
el aire corta,
no deja respirar.

Diluvia,
el agua me arrastra
bajo el mar.
Pero nadaré
más rápido
que el huracán.

Y en la orilla partiré,
volaré a ese lugar
que brilla en la oscuridad
aunque deba atravesar
galaxias interminables.

Allí buscaré
en cada estrella
hasta encontrarme.

Chica Swing



Mosqueteros de verbena


Eran uno, dos y tres
los famosos mosqueteros
hablando cervezas
bebiendo conversaciones
cabalgando las horas...

Eran una, dos y tres
las servilletas en mi mano
destinos escogidos en un bar
el azar definía el lugar
donde veríamos las estrellas...

Eran una, dos y tres
las verbenas que bailamos
cada viernes de verano
entre risas y gentes,
sin ropa interior...

Pronto uniremos
nuestras espadas amarillas
de espuma blanca
y brindaremos
porque hará un año
que somos uno, dos y tres.

Chica Swing